¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? …….

Mamá, ¿por qué?…. ¿Cuántas veces al día puede decir eso un niño? Según el estudio “Trusting What You’re Told: How Children Learn from Others” un niño puede llegar a hace 40.000 preguntas en tan solo 3 años.

https://www.youtube.com/watch?v=ScXy6Qx7e6A&feature=emb_title

Un niño cuando pregunta es porque realmente quiere saber. Es perfectamente normal, se trata de una etapa llena de curiosidad donde los padres somos los primeros a los que acudir. Esa especie de ente que tiene todas las respuestas. Pero ¿qué podemos hacer?

Primero, respira hondo, aquí vienen algunos consejos…

  • Debemos contestar de forma natural, explicándoles para que ellos lo entiendan, pero sin infantilizar nuestro lenguaje. Nos sorprendería lo que pueden llegar a entender.
  • El rey del despiste: Hay veces que estamos cansados de contestar a las millones de preguntas diarias, una buena forma es explicarle que estás cansado y que no quieres contestar más preguntas y darle una actividad alternativa que sea atractiva. Así despistamos su atención hacia otro lado.
  • Un buen truco es contestar con otra pregunta: ¿Por qué crees que pasa? Es una gran forma de que tu hijo se interese por buscar la información o por pensar el por qué de las cosas. El mundo es por sí mismo lo suficientemente interesante para ellos.
  • Todas las preguntas son importantes: No debemos ridiculizar los intereses con frases de “¿Y tú para qué quieres saber eso?” o “¿a qué viene esa pregunta?”, “menuda tontería”.
  • Debemos hablar de “ciertos temas”: Los niños son curiosos y deben saber del mundo que les rodea, probablemente nos hagan preguntas incómodas sobre sexualidad u otros tabús, debemos hablarle con la mayor naturalidad que podamos y evitar que ellos crean que han hecho algo mal. Recordemos que solo quieren saber sobre el mundo que les rodea.
  • Si no sé la respuesta, siempre se puede decir, la verdad, NO LO SÉ. No estamos acostumbrados a aceptar lo que no sabemos y quizás podemos darle una nueva visión a nuestro hijo sobre nosotros mismos, somos seres humanos y no máquinas. Siempre podemos ofrecernos para buscar la información con ellos.